jueves, 24 de abril de 2008

Argentina, risolto il caso di Evelyn

La verità arriva dopo 30 anni. Decisivo l'esame del Dna,
fatto contro il volere della donna: ora si sa chi sono i genitori

Argentina, risolto il caso di Evelyn
è figlia di una desaparecida italiana

Tutti e due vennero sequestrati nel 1977 dalla dittatura
e poi uccisi. La figlia fu presa da una famiglia di militari

di OMERO CIAI

SI E' RISOLTO ieri dopo più di trent'anni uno dei più complicati casi giudiziari legati al furto dei neonati durante l'ultima dittatura militare in Argentina. Grazie ad un esame del Dna realizzato contro la sua volontà i medici hanno stabilito che Evelyn Vazquez è al 99,98% figlia della desaparecida italiana Susana Pegoraro e di Ruben Bauer, sequestrati illegalmente a La Plata nel giugno del '77 e in seguito uccisi nel lager dell'Esma, la scuola allievi della Marina argentina. Per sapere chi fosse davvero Evelyn Vazquez questa volta i giudici argentini e le Abuelas di Plaza de Mayo hanno utilizzato un metodo insolito ordinando alla polizia di entrare nel suo appartamento e sequestrare oggetti che potevano contenere tracce del suo Dna per sottoporli ad un esame di verifica.

La vicenda di Evelyn risale a qualche anno fa quando dopo lunghe ricerche gli esperti delle famose nonne si convinsero che la figlia di Policarpo Vazquez e Anna Maria Ferra era in realtà l'ennesima bambina sottratta ai genitori uccisi nei lager della dittatuura e consegnata ad una famiglia di militari. Ma, ed era il primo caso in assoluto, quando un giudice chiamò la ragazza, Evelyn si rifiutò di sottoporsi spontaneamente alla prova del Dna per non compromettere i genitori adottivi che, in questi casi, avendo dichiarato il falso quando iscrissero in Comune la bambina, rischiano il processo e una condanna per concorso in sottrazione di minore. Così, nonostante il suo padre adottivo avesse alla fine confessato che Evelyn non era sua figlia naturale, la giustizia diede ragione alla ragazza sostenendo che aveva diritto a rifiutare l'esame del Dna per proteggere la sua intimità.

Allora, era il 2001, il caso di Evelyn rimase sospeso con le Abuelas da una parte convinte che fosse la figlia di due desaparecidos e dovesse essere restituita all'unica familiare diretta ancora in vita, la sua nonna materna, moglie dell'industriale italiano Giovanni Pegoraro, anch'egli rapito e scomparso durante la dittatura; ed Evelyn che si rifiutava di conoscere la verità della sua storia. Ma le nonne proseguirono la loro battaglia raccogliendo altri dati. Quando venne sequestrata, Susana Pegoraro era incinta di cinque mesi. E, nell'Esma, venne affidata al "Turco Julian", al secolo Julio Simon, uno dei pochi torturatori di quel lager riconosciuto e processato ed anche uno dei pochissimi condannato all'ergastolo che sta scontando nella prigione di Marcos Paz, alla periferia di Buenos Aires. Fu Julio Simon a consegnare Evelyn appena nata a Policarpo Vazquez che nel '77 era un giovane ufficiale della Marina argentina.

Grazie alla caparbietà delle Abuelas il caso venne riaperto nel 2006 e il pubblico ministero chiese una condanna a nove anni di carcere per i genitori adottivi di Evelyn: l'accusa era quella di aver contraffatto un certificato di nascita dichiarando il falso. Gli avvocati difensori invece chiesero l'assoluzione con l'argomento che come prova c'era solo la confessione dei due falsi genitori. Per questo venne ordinata la perquisizione dell'appartamento della ragazza e l'esame coatto del suo Dna. Ieri i risultati: Evelyn è la figlia di Susana e la nipote di Giovanni Pegoraro. E' anche l'89° bambina sottratta alla sua famiglia e ritrovata dalle Abuelas. Con questo c'è un altro caso che finirà per risolversi contro la volontà dei coinvolti: è quello dei due figli di Ernestina Herrera de Noble, la proprietaria dell'influente Gruppo Clarin. I due ragazzi si sono rifiutati di sottoporsi alla prova del Dna ma la giustizia ha ordinato di raccogliere elementi per effettuare l'esame anche senza il loro consenso.

(24 aprile 2008)

jueves, 17 de abril de 2008

Italia es taan Argentina

Digo esto con una pena increíble pero, aunque quiero convencerme de lo contrario, es imposible negar la realidad.

Italia es muy Argentina en muchas cosas. O, quizá, al revés. Digo, en Argentina decimos feta en lugar de loncha como aquí en España. Y, como esto, tenemos un sin fin de cosas que nos acercan a la tierra del Imperio Romano.

Muchas son buenas, o curiosas, pero otras son, tristemente, lamentables.

Por ejemplo, en Argentina repetimos con el Simio Musulmán y en Italia con el Cavellieri. Allí las cosas no funcionan, en Italia pasa algo similar.

Quizá en el Norte las cosas sean algo distintas, pero en general son muy parecidos ambos países.

Estando en Roma, el metro era como en Buenos Aires, sonaba la alarma de incendios y no pasaba nada, a nadie le importaba.

En Italia (casi) todo abre los Domingos, como en Argentina. Los jóvenes no están tan bien, como en Argentina, en fin, que me parece que, lamentablemente, nos nos une el amor, sino el espanto.

No sé, tenía en mente un super post, pero me salió esta mierda... De todos modos, espero que se entienda lo que quice decir...

lunes, 7 de abril de 2008

Italia no es país para jóvenes

REPORTAJE
Italia no es país para jóvenes
Con más contratos temporales que fijos y los salarios más bajos de la eurozona, los 'mileuristas' italianos serán una de las claves de las elecciones
MIGUEL MORA - Roma - 03/04/2008

Sus historias se parecen: tienen entre 22 y 36 años, ganan entre 500 y 1.200 euros, no tienen derechos, vacaciones, ni coche, no viajan al extranjero, apenas compran libros o van al teatro, muchos estudiaron una carrera pero trabajan en lo que sale.

Y la mayoría dice que no sabe a quién votará o ha decidido no hacerlo.

Son los precarios italianos, la energía nueva del país, su esperanza. Escucharlos es zambullirse en la desolación, la explotación, la rabia. Están "desilusionados", "machacados", "resignados", cansados de "una política vieja que no deja paso a nadie", unos "sindicatos falsos y corporativos", y unos "empresarios explotadores e impunes". Rebelados por la falta de alternativas, la mayoría se declara dispuesta a emigrar.

Decididamente, la vieja y bella Italia no es un país para jóvenes. Los sondeos dicen que van a votar mayoritariamente a Berlusconi, que el voto a la derecha crece cuanto más joven y más pobre. Resulta misterioso, porque después de hablar con unos 50 precarios de Milán, Nápoles, Roma, Perugia y Cagliari, ninguno admite votar al PDL.

Eleonora, romana de 27 años, licenciada en marketing y "muy parada", voluntaria en la lista de Francisco Rutelli a la alcaldía de Roma, cuenta que tiene una amiga que "vota a Berlusca". "Es que gana 1.500 euros", aclara riendo, "no está de moda como yo, ella no es precaria".

Palabras santas, Toda la vida por delante. Dos títulos cinematográficos confirman que la precariedad está de moda. El segundo es una comedia negra de Paolo Virzì que se acaba de estrenar. Parole sante es un demoledor documental, realizado en 2007 por Ascanio Celestini con los protagonistas de la primera (y última) revuelta de los precarios que trabajaban en Atesia, el call center más grande de Italia y el octavo del mundo (300.000 llamadas diarias).

Uno de los miembros de ese colectivo es Christian. Tiene 36 años, se licenció en Sociología, habla tres idiomas y trabajó seis años como operador en Atesia. Hoy está en paro. "Dejé el trabajo y no encuentro otro. Después de la rebelión, en marzo nos ofrecieron un contrato fijo de 550 euros por cuatro horas diarias si renunciábamos a todos los derechos. Preferí irme".

Con él están Maurizio, de 29 años, que sí firmó y ya lleva seis años en la empresa. Y Rosanna, que después de tres años ha dejado la polémica sociedad, participada por Almaviva y Telecom (socio italiano de Telefónica): "No teníamos libranzas, seguro, maternidad, vacaciones. Firmar significaba ganar 550 euros para siempre", explica.

El gran call center, situado en Cinecittá, ocupa a 3.300 trabajadores. "Cuando abrió, a finales de los noventa, éramos 6.000. Pagábamos un alquiler por usar las cabinas", recuerda Christian, "y cobrábamos a comisión, por una llamada de 2,40 minutos te daban 80 céntimos. Si no llamaba nadie no cobrabas, y si la llamada duraba 10 minutos, te daban igual 80 céntimos".

Todo ilegal, según la inspección de trabajo, que consideró ficticia la figura del colaborador autónomo, un truco de la empresa para evadir impuestos por valor de cientos de millones. "Telecom recurrió, la izquierda impuso los llamados contratos cococó (colaborador coordinado y continuado), luego llegó la derecha, promulgó la Ley 30 y santificó que éramos autónomos: cero derechos", dice Maurizio.

El colectivo denunció, hizo huelgas y manifestaciones. No las suficientes. "Cuando la izquierda volvió al poder, condonó la deuda a Atesia", dice Christian. "Los sindicatos firmaron. La empresa se ahorró el dinero, despidieron a mil personas y nos ofrecieron volver con peores condiciones. Fin de la historia".

El caso es la punta de un iceberg silencioso y masivo. Italia tiene más contratos temporales que fijos, los salarios más bajos de la zona euro, el récord europeo de evasión fiscal. Más de cuatro millones de personas trabajan en negro o en situación irregular, y la economía subterránea genera el 17% del PIB, según los sindicatos. La precariedad alcanza a todos los sectores y edades: comunicación, agricultura, construcción, ayuda social, sanidad, universidad, administraciones públicas, comercios.

Los precarios no tienen sindicatos, son carne de cañón, mano de obra europea y cualificada a precios del Tercer Mundo. Gente sin presente, atada a trabajos parcos, a una vida parca. Maurizio: "Otros países reaccionan, aquí estamos rincoglioniti [atontados]". Christian: "La izquierda y la derecha han puesto a las empresas por encima de las personas. Trabajas, pero vives bajo el nivel de la pobreza. Para competir, percibes al de al lado como un rival. Nuestro colectivo, en su momento álgido, tuvo 100 personas. Y ha sido el más significativo".

"La cosa está para pedir asilo político", resume Rosanna, licenciada en Psicología clínica, precaria doble por ser mujer. "A los 33 años comparto piso, no puedo tener hijos, viajar es una fantasía, sólo voy a Nápoles a ver a mis padres. Estoy rodeada de mediocridad, metida en la gran trampa del no pensamiento. Y todos son cómplices de esto: las mafias, la Iglesia, los empresarios, los políticos de la bella retórica".

Hay muchas historias parecidas: Giulia, arquitecta; Alessia, secretaria; Ottavia, actriz; Melania, relaciones públicas; Daniela y Alessandra, trabajo social con los gitanos eslavos en Scampia. La precariedad está de moda: los políticos hablan de ellos, "nos prometen mar y montaña", dice Eleonora. Son los apestados favoritos: un ingente vivero de votos indecisos. Una vez voten, ¿seguirán teniendo voz?


Sueldos precarios
- Mario, 45 años, profesor universitario en Roma: 1.400 euros netos.- Giulia, arquitecta técnica, 25 años, relaciones públicas en Roma: 500 euros (jornada de 9 horas).- Filippo, 25 años, licenciado en Ciencias de la Comunicación, asistente de publicista en Milán: 1.000 euros brutos.- Alessia, 37 años, licenciada en Psicología, secretaria en Roma: 1.100 euros.

La sombra de un retraso electoral
Italia nunca termina de sorprender. Resulta que ahora no es seguro que las elecciones se celebren finalmente el 13 y 14 de abril. El estrepitoso aviso fue lanzado ayer por el propio ministro del Interior en funciones, Giuliano Amato, que no excluyó un aplazamiento de la fecha macroelectoral (se libran a la vez las generales, varias regionales y cientos de municipales), después de analizar una sentencia del Consejo de Estado que reconoce el derecho a participar en los comicios con su símbolo a la Democracia Cristiana (DC) liderada por Giuseppe Pizza.El partido es uno de los herederos de la antigua DC escindida en 1994, y había denunciado ante el Consejo que la UDC de Pier Ferdinando Casini había usurpado el símbolo tradicional democristiano, un escudo con la cruz roja. Tras ganar la batalla jurídica, Pizza pidió "la ejecución inmediata de la decisión y el aplazamiento de la fecha del voto".A última hora de la tarde, el Gobierno decidió recurrir ante el Tribunal de Casación la readmisión de la DC, por considerar que se produce cuando está en curso "el proceso electoral", y pidió al Supremo que defina "de una vez" quién tiene la competencia jurisdiccional sobre el proceso electoral.El conflicto nace en una reciente decisión de la Junta Electoral que redujo sus propios poderes. Eso dejó un resquicio a Pizza para apelar al Consejo de Estado. La sentencia obliga, en puridad, a secuestrar el logotipo del partido de Casini, candidato favorito de la Conferencia Episcopal italiana. El problema es que las papeletas electorales están impresas ya, y que el sistema de voto italiano consiste en poner una cruz sobre el escudo de la formación que se quiere votar.La surrealista situación dejó congelada la campaña durante horas, entre apelaciones de todos los partidos.